Las pupilas, esos diminutos orificios en el centro de nuestros ojos, nos permiten regular la cantidad de luz que llega a nuestra retina, ajustándose a las distintas condiciones lumínicas. Pero, ¿sabías que la dilatación de estas también está relacionada con nuestros gustos y preferencias?
Existen algunas investigaciones que sugieren que nuestras pupilas pueden dilatarse hasta un 45% cuando observamos algo que nos gusta. Interesante dato curioso ¿no crees?
Fíjate en los ojos de la persona que te gusta la próxima vez que estés con él o ella… ¿quién sabe?
El funcionamiento de las pupilas
Antes de adentrarnos en cómo nuestras emociones influyen en la dilatación de las pupilas, es fundamental comprender su funcionamiento básico. Las pupilas son las aberturas negras en el centro de nuestros ojos, que permiten el paso de luz hacia la retina.
Su tamaño se ajusta automáticamente para controlar la cantidad de luz que entra, gracias a la acción de dos músculos: el músculo dilatador y el músculo esfínter.
Factores que influyen en la dilatación de las pupilas
Existen varios factores que pueden provocar la dilatación de nuestras pupilas. Algunos de los más comunes son:
- La cantidad de luz ambiental: En condiciones de poca luz, se dilatan para permitir la entrada de más luz y mejorar nuestra visión. Por el contrario, en entornos muy iluminados, se contraen para proteger la retina de una posible sobreexposición.
- El enfoque visual: Cuando nos esforzamos por enfocar un objeto cercano, se dilatan para facilitar la visión.
- Las emociones y la cognición: Como veremos en detalle a continuación, nuestras emociones y pensamientos también pueden influir en su dilatación.
La conexión entre las emociones y la dilatación de las pupilas
Desde hace décadas, los investigadores han mostrado interés en la relación entre las emociones y la dilatación de las pupilas.
Estudios realizados en la década de 1960 por el psicólogo Eckhard Hess ya señalaban que se dilatan cuando experimentamos emociones intensas o nos encontramos ante algo que nos gusta o nos atrae.
El efecto de atracción: dilatación de las pupilas en un 45%
Un estudio realizado por la Universidad de Chicago en 2015 mostró que las pupilas de los participantes se dilataban un 45% cuando se les mostraba una imagen de algo que les gustaba o les resultaba atractivo.
Esta dilatación se producía tanto en situaciones donde la atracción era de tipo romántico o sexual como en contextos no relacionados con la atracción interpersonal, como la apreciación de obras de arte, paisajes o comida deliciosa.
El papel de la oxitocina en la dilatación de las pupilas
La oxitocina, una hormona relacionada con el amor, la confianza y la conexión social, también desempeña un papel fundamental en la dilatación de las pupilas.
Estudios han demostrado que la administración de oxitocina en forma de aerosol nasal puede incrementar su dilatación, especialmente en situaciones de interacción social y vínculos emocionales.
La pupila como indicador de interés y empatía
La dilatación de las pupilas no solo está relacionada con la atracción, sino que también puede ser un indicador de empatía y conexión emocional.
En situaciones donde nos identificamos o comprendemos los sentimientos de otra persona, pueden dilatarse como señal de interés y preocupación.
La lectura de las pupilas en la comunicación no verbal
Dado que la dilatación de las pupilas es un indicador fisiológico de nuestras emociones, se ha convertido en una herramienta valiosa en el campo de la comunicación no verbal.
Las personas que son expertas en leer las señales no verbales pueden percibir cambios sutiles en las pupilas de sus interlocutores y adaptar su comportamiento en consecuencia.
Las pupilas y la toma de decisiones
La dilatación de las pupilas también puede estar relacionada con la toma de decisiones y la evaluación de riesgos. Algunos estudios han demostrado que nuestras pupilas se dilatan cuando estamos indecisos o enfrentamos una decisión difícil.
Por tanto, su tamaño podría ser un reflejo de nuestros procesos cognitivos internos.